Éstas aves son de una belleza impresionante y su naturaleza deja sin respiración…
Foto búho real © Aran Park – Parque de fauna – Val d’Aran
En las antiguas civilizaciones consideraban al búho un animal de enorme protección.
Silencioso y veloz, acostumbrado a cazar en la más absoluta oscuridad su sentido de la vista se agudiza, es un gran cazador. Guerrero y feroz si se ve amenazado. Su actividad es esencialmente nocturna. Lo oímos más de lo que lo vemos, en otoño y durante el transcurso del invierno.
Es un ave nocturna, simboliza la magia lunar y la clarividencia. Mensajero de secretos y premoniciones. Enlace entre el mundo oscuro e invisible y el mundo de luz. Es un tótem de libertad.
El búho es consciente en todo momento de lo que sucede a su alrededor y posee la valentía de seguir sus instintos.
Para Atenea, diosa griega del aprendizaje, el búho era un animal sagrado, símbolo de estatus, inteligencia y riqueza. Lo podemos encontrar representado en algunas monedas greco-romanas.
Animal sabio que aporta mucha suerte a quien lo elige como amuleto.
Es bien conocida la ululofilia, que consiste en el coleccionismo de búhos y lechuzas que llevan a cabo muchas personas y que en los últimos años se ha generalizado porque este animal está asociado a la magia y la protección.
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Existen más de 200 clases de búhos, en el Valle de Aran tenemos la suerte de contar con una de ellas. Si quieres disfrutar de su belleza no dudes en visitar el parque de fauna Aran-Park (Bossòst) en donde podrás ver esta especie: el búho real (es la ave rapaz nocturna más grande). El parque estará abierto a partir de la próxima primavera.
